Los desfiles performáticos de París Fashion Week SS Haute Couture 2020
Una
nueva semana de la moda de alta costura en París concluyó y hay mucha
información por procesar: las tendencias que las marcas de lujo buscarán
instalar en el mercado y también las novedades del mundo fashion, como por
ejemplo la despedida de Jean-Paul Gaultier en su colección número 50. Sin
embargo, hay un modus operandi que se
sigue repitiendo en cada oportunidad de prensentar las últimas creaciones y que
va más allá de lo recién mencionado: los desfiles performáticos.
La
búsqueda por romper el canon y trascender lo tradicional de las puestas en
escena de los desfiles sigue en agenda. Pero, ¿qué sería el canon? Sin dudas es
aquel desfile donde las modelos marchan erguidas por una pasarela infinita,
donde los fotógrafos las aguardan al final y el público las contempla a los
costados. La música acompaña sus pasos y la iluminación enmarca su ir y venir.
Normalmente las locaciones son hoteles, centros de convenciones, ateliers, talleres o locales.
Ok,
eso es el desfile tradicional. Producir una exhibición así sería ajustarse a
las medidas establecidas, esperables y continuar mostrando las últimas
creaciones sin atisbo de novedad. Es una decisión, sin dudas. Para los
diseñadores con sede en capitales de moda como París, Holanda o Nueva York,
donde la industria de la moda los abraza y los recursos son suficientes, esa
decisión, la elección del modo por el cual darán a conocer su trabajo, es una
cuestión de estilo, quizás, o más de bien de ese menester de vanguardismo que
algunos diseñadores llevan en la sangre.
Romper
el canon implica barajar y dar de nuevo. Es pensar en los componentes del
desfile y trastocar alguno, cambiarlo o eliminarlo, por qué no. Desde innovar
en las locaciones hasta suprimir la pasarela, jugar con las infinitas posibilidades
del sonido y la iluminación son sólo algunas de las opciones. Valerse del arte y apropiarse de las infinitas posibilidades que ofrece la performance, consagrado género en la historia del arte visual, para
trasmitir conceptos e ideas en un boceto, en lo cotidiano o en un desfile.
Desde
el 20 al 23 de enero se presentaron las colecciones de alta costura primavera
verano en París. Ahí se congregaron las más codiciadas marcas de lujo y los
diseñadores de culto. Algunos optaron por ir más allá y sumergirse en el
universo artístico para elegir lo performático y ofrecerle al espectador una experiencia diferente.
Virginie
Viard para Chanel, siguiendo con el legado de los desfiles show del fallecido
Karl Lagerfeld, optó por una mega escenografía en el Grand Palais de París,
otra vez. En esta oportunidad se recreó un lugar estratégico en la infancia de
Cocó Chanel, los jardines del internado donde se hospedó cuando su madre
falleció en la Abadía de Aubazine (en la región de Lemosín, Francia).
Otros prefirieron buscar locaciones en museos.
Tal es el caso de la marca Dior y de Moncler, en el Museo Rodin y en el Museo
Picasso de París, respectivamente. El aura de la creación artística propio de
los “mausoleos” de arte puede estar en sintonía con el concepto de la colección
del diseñador. Algunas veces sólo tiene que ver con estrategias de marketing.
Las lecturas posibles son infinitas. Mientras tanto, el coqueteo entre la moda
y el arte se hace tangible al ingresar al cubo blanco esperando ver un diseño
de Maria Grazia Chiuri.
Imposible
dejar pasar la decisión curatorial de John Galliano para la firma Maison
Margiela y su “Artisanal” show. El
foco estuvo puesto en el monocromo, un estridente fucsia, que se apoderó de las
paredes y del suelo, incluida la alfombra que ofició de pasarela. El recurso
artístico del color puro es un modo de manifestarse ante la audiencia y proponer
una experiencia diferente.
Por
último, creo lo más arriesgado de esta edición del Paris Fashion Week alta
costura 2020 fue la decisión de Clare Waight Keller con respecto a la puesta en
escena de la última colección para Givenchy. Los músicos, acompañados de una
tenue iluminación, se ubicaron en una suerte de estantes flotantes en las más
de 10 columnas apostadas a lo largo de la pasarela. Vestidos de un impoluto
negro engalanaron cada segundo del desfile. Fueron parte del recorrido
propuesto.
El
público no sólo se maravilló con los poéticos diseños, sino que también fue
parte de una puesta en escena que lo invitó a correrse del típico lugar de
contemplación para sorprenderse y disfrutar de otra forma de mostrar una
colección de moda.
Fotos: Vogue España.
Para leer más sobre los Desfiles Performáticos podés ir a: https://hogollightly.blogspot.com/2019/05/los-desfiles-performaticos.html y https://hogollightly.blogspot.com/2016/12/desfiles-performaticos.html
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