Sobre Girls de Lena Dunham

La serie que escribió, dirigió y protagonizó Lena Dunhan y que se vió por HBO terminó el pasado julio. En cuatro temporadas vimos a lo largo de tres años la vida de cuatro chicas de veitipico que habitaban la tan aclamada New York City en busca de aventuras amorosas y laborales sin perder la diversión en el intento. Si, una Sex and the city para jovencitas, pero no. No lo es por varios
 motivos: primero porque Carrie y su cuarteto las duplican en edad; segundo porque la moda inalcanzable no prioriza ninguno de sus capítulos y tercero, porque no nos quieren engañar cual Disney y sus princesas diciendo qué es lo que necesitamos tener o vestir para sentirnos en paz con nosotras mismas y esperar bellamente a nuestro príncipe azul. De hecho, se plantean temáticas como el tema del cuerpo imperfecto, los primeros pasos en la emancipación laboral dentro de una gran ciudad, el ser madres o los primeros chascos que nos atraviesan al entregarnos al amor que A.G. (antes de Girls) quizás pasaban de largo.
En contraposición con el dictamen de los cuerpos de medidas escuálidamente contaminadas por la industria,  de rostros sin imperfecciones, de pelos pesados y con caídas perfectas, aparece Leena, que lejos se encuentra de ese modelo de mujer que todas las series, las películas, las revistas de moda, los desfiles, los cool hounting y ni hablar de los realities, ofrecen como verdad revelada. Ella y su grupo de amigas rompen con el canon. Por un lado está la que podría considerarse dentro de los estamentos de belleza de medidas perfectas, Marnie (Allison Williams), pero es muy superficial al punto de aislarse del mundo completamente y quedar offside casi siempre. Por otro lado está la única que pareceería dedicarle especial atención y devoción a la moda de indumentaria, Shoshanna (Zosia Mamet). Elijiendo cada look justificado por alguna ley bien fashionista, termina siendo súper pacata y casi ni posee experiencias enriquecedoras con humanos del sexo opuesto. En contraposición con estos estereotipos aparecen en acción la británica Jessa (Jemima Kirke) y la escritora Hannah (Lena Dunham) que deslumbran con cada vestimenta y actitud, respectivamente, los episodios de la serie.
Marnie va del look súper estructurado y oficinista para terminar con los básicos característicos de Gap o el look afordable de Forever 21 y quizás alguna que otra prenda bien de noche de HyM. Jessa, en cambio viene de Europa y con su mezcla entre el Reino Unido y el universo parisino, marca la tendencia off que sólo a ella puede sentarle tan preciosamente bien, no nos olvidemos que su madre es dueña de una de las casas vintage más conocidas de NYC. Ver su cuerpo curvilíneo nos da ganas de engordar diez kilos con tal de llevar su onda. Se anima a no pensar en nadie más que en sí misma o en sus valores y sus convicciones sin perder el tiempo en lo que el otro puede pensar o lo que ella pueda generarle. Su look valiente y de espíritu libre es su fiel reflejo. Usa vestidos que uno se pregunta de qué baúl sacó o en qué mercado lo consiguió, lleva peinados orientales, accesorios desmedidos y puede ir a cuidar niños envuelta en una camisa transparente o ir a una fiesta cual geisha.
Su opuesto sería Shoshana. La más joven y naif de todas. Su look es copia fiel de los modelitos que aparecen en las teen magazines. Los pasteles son sus preferidos y la combinación tipo Alicia Silvesrstone en Ni idea nunca la abandona. Al final del ciclo la vemos virar tanto en la dirección de su vida como en los colores, se apresura por mostrar que está madurando y su look es un poco más formal y los colores oscuros copan su paleta hasta llegar al negro total en su última aparición. Nada que ver con Hannah, que lo deja en claro en cada línea de su guión o en cada mono ultra corto que viste como si fuese la más top model del mundo. Lejos está de serlo, no sólo porque su ambición va más allá de posar por horas para las marcas de moda, sino porque intenta transmitir un mensaje mucho más poderoso: correrse de los parámetros esperados para ser fiel a una misma y desafiar el día a día más allá de lo que tenemos que hacer porque sí, porque así fue antes, porque así nos lo dicen nuestras madres o porque así lo absorbemos de la tele y las revistas.
Esta guionista de 30 años se atrevió a darle un vuelco a las series femeninas. Aportó su visión y experiencia desde el seno del mundo capitalista y consumista despegándose de las medidas esperadas. Bucea la ciudad más deseada del mundo desde una perspectiva fresca, auténtica y sin tabúes. Y todo eso lo hace de forma bibliográfica, recortando lo que a ella le llama la atención y evidenciándolo por medio de la música, del guión y más aún desde la vestimenta. Que el diseño de vestuario narra, construye y habilita nuevas tendencias, no es ninguna novedad. Pero que lo haga en contramarcha del estilismo reinante en las mega producciones de todas las épocas y actuales, amerita aplauso, medalla y beso, mínimamente.


Comentarios

  1. Después de leer esto, ¡Ya quiero ver la serie! Muy bueno como la describiste, al menos a mi me atrapó :) Felicitaciones por el blog!! Anita

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    1. Muchas gracias!!! Mirá la serie y después contame qué te pareció!! En breve voy a reseñar la 5ta temporada! Prometo intentar no espoilear nada!!

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