El turno de la moda sustentable en el Bafweek


Laura Layana, ganadora de la segunda edición del Concurso Terma de diseño sustentable, presentó su marca homónima por primera en el Bafweek 2019.            
Donde manda consumismo, la tendencia a obtener cada vez más productos innecesarios  marca la agenda.  Sin embargo, como en todo sistema dominante,  están quienes se rebelan y nos invitan a repensar en qué lugar estamos parados y hacia dónde queremos ir. Lo sustentable en la moda no puede esperar más. El cambio es necesario e inevitable.  Alabados sean los proyectos que impulsan un modo de producción más amigable con el medio ambiente y con su mano de obra para generar un cambio de raíz y propiciar un futuro justo para el diseño.
Tal es el caso de la marca Layana, de Laura Layana, ganadora de la segunda edición del Concurso Terma de diseño sustentable, que por primera vez formó parte de la semana de la moda de Buenos Aires con su colección primavera verano 2019. Su desafío creativo fue generar prendas con hilados y géneros nobles y también con descartes de materiales de la industria textil revalorizando así el trabajo manual y artesanal pero sin perder de vista la búsqueda de un estilo propio.
El resultado fue exitoso. La diseñadora supo plasmar su patagonia de origen en prendas que reúnen materiales nobles, como la lana merino, el algodón orgánico o la seda y cortes simples, minimalistas, de hombros caídos y tamaño oversize.  La paleta de colores varía entre los fríos y cálidos que permiten combinar las distintas piezas en infinitos conjuntos. Su pasarela mostró  vestidos polera en gris y mostaza o camiseros en blanco, así como también conjuntos de buzos asimétricos y amplios pantalones en colores tierra. La colección la completaron las polleras de distintos largos con puntadas a la vista, soleros de hilo, una suerte de campera venida en strapples estampada en los tonos lilas, camperas livianas de algodón, ponchos y un tapado beige con detalles en lana  al tono.   
Su premisa es el acto de remendar, de generar prendas a partir de lo existente.  Reflexiona sobre la idea de arreglar de manera invisible prestando cuidadosa atención a los procesos amigables con el medio ambiente y sobre todo con la mano de obra. Para ello trabajó con una cooperativa, una concreta alternativa frente a la problemática de los talleres en la actualidad. Otra comprometida elección que habilita diferentes modos de producción a la hora de pensar y llevar a cabo una colección.
Es bien sabido que la problemática más preocupante que invade la industria de la moda es la sustentabilidad. La cadena de producción tradicional promueve un sinfín de tareas y sucesos que poco tienen que ver con un trabajo respetado y con políticas de protección o conservación de los recursos naturales. Sin embargo, cada vez hay más conciencia de que un cambio es posible. Proyectos como el de Layana, cuyo enfoque es abordar lo sustentable en algún eslabón del engranaje de producción, merecen ser festejados. Y si encima su producto final son bellas piezas atemporales, cómodas y de materiales nobles, la celebración es doble.

Reseña publicada por Not Your Mama en 2018



Foto: Agencia La Ola

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