Las Vidas de la Moda del Siglo XX
Tercera Entrega
“L ´ élégance c ´est moi”
La tercera década del siglo XX fue testigo de un momento clave en el devenir de la historia de la moda: fue la época de las diseñadoras. Luego de años donde los hombres marcaron el curso del vestir, Madeleine Vionnet, Gabrielle Chanel y Elsa Schiaparelli fueron las responsables del diseño del momento.
Sin duda cada una se diferenció de la otra. Vionnet, bautizada la arquitecta de la moda, introdujo una serie de descubrimientos en cuanto a la confección dignos de precisión quirúrgica. Creó el corte al bies (técnica obtenida al cortar diagonalmente la tela en un ángulo de 45 grados en contra del recto hilo. Aporta elasticidad y una caída natural) y aportó la posibilidad de generar libertad en el cuerpo femenino a partir de la amplitud de las faldas.
Por su lado, Schiaparelli se caracterizó por servirse del arte para proponer un cambio radical en el concepto del diseño. Pero de eso hablaremos en la próxima entrega. Chanel, a diferencia de sus contemporáneas, introdujo otra novedad: el lujo austero. En palabras de Valerie Stelle: “Chanel diseñó prendas que redefinieron el concepto de elegancia. Una elegancia disciplinada, refinada y austera reemplazó el lujo anticuado y ostentoso”. En una edición de 1922 de Harper´s Bazaar se dejó en claro que: “Chanel ha logrado instalar la simplicidad, la simplicidad costosa, como la nota dominante de la moda actual”.
En un momento del siglo donde la morfología de las prendas continuaba cambiando en pos de la coyuntura, en 1925 sucedió una revolución: apareció la falda corta. Y Chanel lo replicó en cada sus diseños. Aunque décadas después crearía vestidos de tul o encaje blanco, de corte entallado y falda larga, sus característicos ejemplares fueron el famoso vestidito negro (1926) calificado por Vogue como el “Ford de la moda”, sus tejidos, los pantalones, sus trajecitos de Tweed y su paleta monocroma en la gama del beige, azul y negro y por supuesto también lo fue su perfume Nº5.
Pero para cuando Chanel lanza el vestido negro, los pantalones e incluso su perfume, otros diseñadores ya lo habían hecho. Claramente sus aciertos no tienen que ver con la originalidad sino con su personalidad y con el gesto del estilo diferencial. Eso la distinguió y la catapultó a la fama. Cocó Chanel es la diseñadora más popular del siglo XX, a pesar de sus polémicas acciones. Vale recordar que siempre se mufó de sus colegas hombres, despreció a sus trabajadoras y hasta colaboró para los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
Fue la diseñadora más popular y a la que se le atribuyen muchísimas innovaciones, como el corte a la garçonne, la liberación del corsé (que como ya vimos en la entrega anterior fue Poiret quién lo había hecho y no Cocó) o el uso de los pantalones, aunque bien se sabe que no fue ella la precursora. En gran medida eso ocurrió gracias a la ficción que se supo construir alrededor de su figura. Muchas veces en primera persona, ya que es bien sabido que mentía sobre su pasado y su vida en general constantemente. Pero sobre todo gracias a su actitud y personalidad que le permitió conquistar a los medios y obtener de ellos publicidad infinita, incluso a pesar de haber sido rechazada por su país luego de que se confirmasen sus vínculos con los Nazis.
El 10 de enero de 1971 falleció en el Hotel Ritz de París y casi una década después, Karl Lagerfeld tomó su lugar y resucitó la marca aportándole una imagen moderna que le dio una popularidad superlativa. Chanel creó un estilo eterno “saltó a la fama cuando ya era demodé ostentar excesiva atención a la ropa, mientras que saber llevar la ropa con desenvoltura era el porte de la modernidad. Y puesto que ese concepto aún conserva su vigencia, hoy seguimos admirando a Chanel” sentenció Valerie Stelle.
Comentarios
Publicar un comentario