Las Vidas de la Historia de la Moda del Siglo XX
Octava Entrega
¿De qué hablamos cuando hablamos del look hippie?
El movimiento hippie se fue incubando en la generación Beat y se consolidó en la década de 1960. Aquellas posturas artísticas que promovieron los literarios (Jack Kerouac, William S. Burroughs) una década antes, en contra del aparato militar y el capitalismo, allanaron el terreno de todos los que también quisieron liberarse de las imposiciones del momento. En sintonía con el clima de época, las drogas alucinógenas, el arte y la imperiosa necesidad de levantarse por sus creencias, en la década del sesenta los jóvenes tomaron el poder y configuraron lo que fue el Youthquake (Se puede leer más acá: https://hogollightly.blogspot.com/2021/12/las-vidas-de-la-moda-del-siglo-xx.html). Ese movimiento juvenil dio lugar al primer hipismo que saboreó la segunda ola feminista, el sexo libre y la experimentación con drogas para anesteciarse de ese mundo y proyectarse en uno más amigable con el medio ambiente y con ellos mismos.
La vestimenta no se quedó atrás y sus morfologías cambiaron drásticamente. La paleta de colores se amplió del blanco al negro deteniéndose en los colores brillantes y habilitando múltiples combinaciones. El largo de la falda se acortó por encima de la rodilla y los vestidos más experimentales nacieron de la diseñadora Quant y sus compañeros Saint Laurent, Courreges y Rabanne. Los nuevos materiales (plásticos y artificiales) y el arte fueron la principal composición de los diseños. Los viajes a la India y a África fueron clave para reformular sus estilos en Europa, generando el aire bohemio. El look relajado de los vestidos floreados, la superposición de faldas, los pantalones pata de elefante, el denim y las diferentes prendas que se encontraban en los locales de ropas usadas (como las variadas camperas army verde customizadas con parches y bordados -eran momentos de la guerra en Vietnam), configuraron el look de la época. Ese fue el primer hippismo y concluyó con Woodstock. Por supuesto, los resabios duraron varios años más. Pero entrando en la década siguiente, el punk se fue incubando, el glam se fue gestando y el hippismo tuvo otros matices.
El segundo hippismo fue el de la década de 1970. Si bien hay diseños recurrentes, los brillos se asomaron para quedarse y el do it yourself del punk se consolidó. Todas esas revoluciones encaradas en años anteriores se profundizaron y las líneas vestimentarias se agruparon en un vale todo que habilitó diferentes modos de salir a la calle. El estilo se volvió ecléctico. La mezcla de morfologías y diseños autóctonos de distintos países generaron camperas de flecos, kimonos, babuchas, pantalones pata de elefante, vestidos lánguidos y bordados a la vez que minifaldas en diferentes texturas, shorts y bermudas. Las películas del momento como Taxi Driver (Scorsese, 1975), Annie Hall (Allen, 1977) y El padrino (Coppola, 1972) marcaron nuevos modos de llevar las prendas femeninas. Imposible olvidar el short y la blusa bohemia con el sombrero blanco que lució Jodie Foster o la parka verde que vistió Robert De Niro. El estilo de Diane Keaton habilitó el uso de las camisas blancas, los chalecos y los pantalones a juego. El look sastrero se masificó en las calles como una suerte de uniforme.
Un último detalle del segundo hippismo fue el guiño al vestuario victoriano. Las mangas holgadas ajustadas en los puños o mangas tipo murciélago, el corte princesa en los vestidos, los cuellos altos y también los tipo "bebé" bien protagonistas y las capelinas son algunos de los guiños a esa época de la historia de la moda que se repitió entrada la final del siglo XX. Pero el mix no terminó ahí, los estampados liberty, los diseños campestres de Laura Ashley en diferentes motivos y colores de flores también se amontonaron en el mejunje de estilos que conformó al segundo hippismo. Pero una característica que terminó de moldear ese look fue provocada por la impronta glam.
El arte digitando el paso del tiempo y los cambios de paradigma, una vez más: apareció el glamour de la mano de David Bowie. Su andrógina figura catalizó los nuevos códigos del vivir y habilitó la noción de unisex en la industria de la moda. El hippismo se quedó corto para los vaivenes de finales de los setenta. En respuesta, el glamour abordó todos los recovecos de la vida y el punk se asentó. Diseñadores como Vivienne Westwood dieron sus primeros pasos, Halston tuvo su pico máximo de protagonismo y lujuria y, con la música disco de fondo, la mítica disco Studio 54 reunió a una nueva era de diseñadores.
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